Ritual de limpieza y prosperidad para el Solsticio de Verano, el solsticio de verano esta marcado con mucha magia pero para aprovechar la entrada de nuevas energias es prudente desprenderse de cargar negativas.
Se sugiere realizar este ritual para el solsticio de verano en la playa o un lugar despejado.
Pero no todos podemos, así que lo vamos a adaptar para que se pueda realizar en casa.
Si tenemos agua de mar perfecto, pero si no, a falta de agua marina, necesitarás un envase con agua a la que puedes añadir bicarbonato y sal marina.
Asimismo, deberás encender el fuego que no necesariamente tendrá que ser una gran fogata, puedes usar una sartén u otro utensilio donde se pueda hacer un “ fuego “sin riesgo o colocar una vela grande.
Antes de realizar el ritual de solsticio de verano, deberemos purificarnos.
y para ello deberemos llenar un vaso o envase de vidrio con agua; ten en cuenta que luego deberás romperlo, por tanto puedes usar un frasco.
Seguidamente, deberás concentrarte en el líquido para que el agua absorba toda la energía negativa e impurezas de tu aura.
Arroja después el agua del envase al suelo, pero siempre por detrás nuestro y sin mirar dónde cae el agua.
Es fundamental no mojarse, puesto que esta agua contiene toda la negatividad.
Una vez hecho esto, deberemos tirar el vaso o recipiente a la basura; se recomienda meterlo en una bolsa de plástico y romperlo entonces.
También podemos tomar el frasco con agua y sal y decir: Dios Padre y Ángeles de la transmutación les pido por favor que coloquen en esta agua todas las energías que me perturban y sean transmutadas en perfecto orden divino, botamos el agua a la poceta o WC. y botamos el frasco a la basura, bien envuelto para que no dañe a nadie
Una vez limpios, deberemos alimentar la energía del Fuego ofreciendo las hierbas aromáticas y un puñado de azúcar o canela en polvo. Seguidamente, pasaremos a eliminar todo aquello que queremos que desaparezca de nuestras vidas.
Escribiremos en un papel todo aquello que no nos gusta y, entonces, echarlo al fuego.
Después de esto, deberemos saltar por encima del fuego y al pisar el otro lado pensaremos: «Entro en la tierra prometida».
Por último, será necesario mojarnos con el agua de mar o, en su defecto, del agua con sal y bicarbonato que tenemos preparada.