Podríamos definir el resentimiento como amargura, tristeza, sufrimiento, amargor, falta de perdón, un espíritu con dolor, tormento y tortura mental, falta de sosiego y paz en el corazón. Cuando llega el resentimiento, trae otros siete espíritus peores consigo, estos pueden ser:
dolor emocional, tristeza, falta de perdón, venganza, tormento interior, amargura u odio ; 7 pesares o culpa.
Este sentimiento nos genera enfermedad física si no lo sanamos a tiempo, la artritis, problemas del hígado, de los huesos y otros tienen su inicio con el resentimiento.
A veces guardamos rencor y lo alimentamos porque no conseguimos la forma de aliviarlo y seguir el camino, llevamos un gran lastre encima que nos va carcomiendo día a día.
Les comparto una oración que ayudara a sanar. Procuremos hacerla con mucha fe y de corazón durante nueve días seguidos para pedirle a Dios padre celestial que ilumine nuestras vidas y nos llene de su tranquilidad, humildad y sosiego.
ORACIÓN
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. ( hacemos la señal de la cruz)
Padre Santísimo, Dios Todopoderoso, hoy vengo ante ti humilde y arrepentido de mis pecados. Yo (di tu nombre)… reconozco mis faltas, las confieso y te pido perdón por todo pecado de ira, rencor, mal genio, impaciencia, intolerancia, rebeldía y soberbia.
Porque tú has dicho Señor: “controla tu carácter porque el enojo es el distintivo de los necios”.
Por eso, yo no quiero ser un necio, ni tener en mi interior estos sentimientos de enfado, ni ser generador de violencia. No quiero tampoco tener resentimientos en mi vida y es por eso que perdono las ofensas o daños que me hayan ocasionado otras personas, y no guardare más estos sentimientos oscuros en mi corazón.
Oh mi buen Dios, te suplico que me liberes de estos malos sentimientos y te pido que sanes completamente mi mente, mi corazón y mis emociones negativas. Padre celestial, en cambio, te ruego que me regales un espíritu noble, manso, apacible y alegre.
Desde hoy mi Señor, renuncio a la ira, renuncio al rencor, renuncio al mal genio, renuncio a la impaciencia, renuncio a la intolerancia, renuncio a la rebeldía, renuncio a la soberbia, renuncio a los pleitos, a las peleas, disputas y a todos los malos sentimientos.
Y por eso, que desde este momento, me someto totalmente al Espíritu de Dios viviente, para ser una persona tratada por ti, moldeada por ti y guiada por ti. Que seas tú mi consuelo, mi consejero, mi sosiego y mi paz.
Espíritu Santo de Dios, toma todo mi ser interior, toda mi casa interior, ocupa ahora Señor, estos lugares donde antes estaban esas malas energías, nunca más las dejes entrar y nunca más las dejes pasar a mi ser.
Te llamo ahora Dios mío, porque en ocasiones estos malos sentimientos me superan, pero no los quiero más en mi vida, es por eso que necesito de ti Señor, quiero que tú me tomes de la mano, que me llenes, que te apoderes totalmente de mi ser y me ayudes a abandonar estos defectos que me atormentan, no me dejan entablar buenas relaciones y me llevan al sufrimiento.
En especial en este día, te pido mi Señor, me ayudes a superar esto que tanto me aflige:
(Cuéntale ahora a nuestro buen Dios, tus problemas y dificultades y pide su intervención, para que te ayude a sanar tu corazón)
Padre Santo, desde este momento te doy infinitas gracias, porque sé que has escuchado mis súplicas, y de inmediato comenzarás a actuar en mi vida, para dejar atrás todos mis sufrimientos y pecados, por eso confío plenamente en ti, porque sé que tienes gran poder en mi vida, para mi bien y el de todos mis seres queridos.
Te pido también mi buen Dios, que sea tu hijo adorado, nuestro buen Jesús, desde hoy en adelante, mi maestro, mi compañero y mi consuelo por el resto de mis días.
También te ruego mi Señor, que si es tu voluntad, actúes en mis seres queridos, en mi pareja, en mis hijos, en mis padres y en mis demás familiares y amigos cercanos, para que si en algún momento cayeran en la ira o el rencor, los liberes también para que puedan alcanzar la felicidad y el amor.
Mi amado Dios, gracias por tu mansedumbre, tu misericordia y tu bondad hacia mí, gracias por el perdón de mis pecados y gracias por revestirme de tu gracia.
Ahora me dispongo a recibir tu amor, tus bendiciones y tu liberación.
ASÍ SEA +
Reza tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.