Cuando sentimos que nuestros enemigos nos asechan y persiguen, y queremos protegernos esta es la oración
De ser posible, pero no imprescindible, encendemos una velita blanca y colocamos un vaso con agua y sal, un cuarto de cucharadita basta.
Luego hacemos una respiración profunda y decimos la oración:
ORACION
Yo me ofrezco al Gran Poder de Dios,
a los brazos de María Santísima,
a los 7 Salmos
y la Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Me ofrezco a los 3 cordones
con que amarraron los judíos
a Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz,
con estos mismos cordones
sean amarrados todos mis enemigos,
desde las manos hasta los pies,
Jesús, líbrame de artes diabólicas,
líbrame de una bala vigorosa
y de toda arma cortante
y líbrame también
de las malas tentaciones del demonio.
Me ofrezco a los 7 Salmos,
y a los 47 Ángeles del Cielo,
para que mi persona no sea encarcelada
ni mis venas corrompidas,
para que mis enemigos no me persigan
con calumnias ni enredos
y que vengan todos humildes a mis plantas,
como vino Nuestro Señor
al pie de la Cruz a morir.
Que ojos tengan y no me vean,
manos y no me cojan,
pies tengan y no me alcancen
y si pensamiento tienen, en mí no piensen.
Amén