Cuando tenemos una gran angustia acudamos a esta oración a la virgen del Carmen. Es una oración de gran valor y sentirán la ayuda desde el mismo momento que que se le invoca.
La Santísima Virgen del Carmen es piadosa y todos los que nos acercamos a ella para pedir un favor obtenemos su ayuda y consuelo, es nuestra madre amorosa.
ORACIÓN
Oh Virgen Santísima del Carmen.
Llenos de la más tierna confianza, como hijos que acuden al corazón de su madre, nosotros venimos a implorar una vez los tesoros de misericordia que con tanta solicitud nos habéis siempre dispensado.
Por eso a Ti clamamos en todos nuestros peligros y necesidades seguros de ser benignamente escuchados.
Tu eres la Madre de la divina gracia, conserva puras nuestras almas; eres la Torre poderosa de David, defiende el honor y la libertad de nuestros países;
Eres el Refugio de los pecadores, troncha las cadenas de los esclavos del error y el vicio; eres el consuelo de los afligidos, socorre a las viudas, a los huérfanos y desvalidos;
Madre tu eres el auxilio de los cristianos, conserva nuestra fe y proteged a nuestra Iglesia, en especial a sus obispos, sacerdotes y religiosas.
Desde el trono de vuestra gloria, atiende nuestras súplicas, ¡Oh Madre del Carmelo!.
Abre vuestro manto y cubre con él a todos nuestros países. Te pedimos el acierto para los magistrados, legisladores y jueces; la paz y la piedad para los matrimonios y familias,
El santo temor de Dios para los maestros, la inocencia para los niños, y para la juventud una cristiana educación.
Apartad de nuestras naciones los terremotos, epidemias y calamidades, alejad de nuestros mares las tormentas y dad la abundancia a nuestros campos y montañas.
Sé el remedio de los enfermos, la fortaleza de las almas atribuladas, la protección especial de los moribundos y la redentora de las almas del Purgatorio.
Óyenos Madre clementísima y permite que vivamos unidos en la vida a la confesión de una misma fe y la práctica de un mismo amor al Corazón Divino de Jesús,
Podamos ser trasladados de la patria terrenal a la patria inmortal del cielo en que te alabaremos y bendeciremos por los siglos de los siglos. Así sea.