Buscamos un lugar tranquilo donde nos sintamos a gusto, encendemosuna velita blanca e incienso de sandalo, mirra o estoraque o los tres juntos si se tienen,  ponemos música que nos agrade yo uso para sanación música de Mozart “Réquiem” es excelente , también podemos usar  “ Misa de la Coronación” y nos sentamos  en una silla cómoda, pero con la espalda recta,  cerramos nuestros ojos  y colocamos nuestras manos sobre las piernas.

Y hacemos tres respiraciones profundas, luego tres calmadas y nuevamente tres profundas, luego una respiración calmada.

Luego vamos imaginandonos a  nosotros mismos sentados donde estamos como estamos vestidos, nuestro cuerpo, imaginémonos como nos sentimos en este momento, imaginémonos  que una luz radiante y brillante se acerca a nosotros desde el cielo y nos ilumina en plenitud.

Allí decimos mentalmente:

«Ángel de mi guarda dulce compañía, no me desampares ni de noche , ni de día,  guíame los pasos si no me perdería»

Y nos imaginamos que nuestros ángel de la guarda se está acercando a nosotros en este momento, se planta  frente a nosotros, hermoso lleno de luz  que irradia a sy alrededor y nos envuelve: Es el momento de pedirle con nuestro corazón que nos ayude a sanar en cuerpo, mente, alma y espíritu, que nos guie para lograr la ayuda que necesitamos con las personas correctas.

Esperemos a escuchar que nos dice: si no nos dice nada en el momento, no nos angustiemos con los días  iremos recibiendo los mensajes o el   mensaje correcto que necesitamos para sanar. Démosle gracias por su ayuda, pidámosle que siempre se encuentre a nuestro lado para guiarnos y protegernos y ayudarnos a cumplir el plan de Dios. Respiramos de nuevo profundamente tres veces y volvemos a la respiración normal y abrimos nuestros ojos.

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