Con la Luna Nueva, plantamos una semilla para alinearnos con la dirección de nuestro crecimiento.
Virgo, arquetípicamente representa a la Virgen, es la sacerdotisa de la rueda zodiacal.
Esta Luna Nueva tiene su énfasis en la sanación de cualquier división mente / cuerpo.
Vamos a necesitar:
Una vela blanca
Aceite de coco, almendras o cualquier aceite natural que tengas en casa.
Agua de rosas:
El agua de rosas activa nuestra energía femenina. Nos conecta con nuestra intuición.
Las rosas tienen propiedades esotéricas conocidas desde la antigüedad. En el antiguo Egipto los sacerdotes y sacerdotisas utilizaban su aceite para la curación, en el Templo de Hathor, en Dendera, donde se enseñaba en la Escuela de Misterios.
Las Rosas están asociadas con el arquetipo de la Madre, y la Energía Femenina Divina.
Es calmante y nutritiva. Aporta suavidad y es muy refrescante. Proporciona equilibrio y armonía. Trabaja sobre los cuerpos sutiles, estimula y activa nuestro centro sexual, y es afrodisíaca.
RITUAL
1) Prepárate una ducha calentita, (o un baño es ideal, si lo prefieres).
Tu ritual empieza en ese momento, en el momento en el que abres el grifo. A partir de ese momento, toda tu atención estará en ti. Contigo. Siente tu cuerpo.
2) Cuando termines, sécate como si tu cuerpo fuera lo más delicado que hayas tocado nunca.
3) Coge el aceite que hayas elegido. Y untalo en el cuerpo con movimientos circulares. Cuando termines, rocíate todo el cuerpo con el agua de rosas. Como si fuera una bruma suave. Siente el aroma de esa lluvia. Siente las sensaciones sobre tu cuerpo. Siente el frescor y el bienestar.
Ponte ropa cálida y cómoda, lo más natural posible.
4) Busca ese rinconcito de tu casa que utilizas para estar contigo tranquila.
Enciende tu vela. Puedes tenerla delante de ti (vas a estar sentada), o donde quieras ponerla. Siempre con cuidado.
Siéntate, Cierra los ojos. Siente conscientemente tu conexión con la Tierra debajo de ti. Estás sostenida.
Lleva tu conciencia al centro de tu corazón y haz 3 respiraciones largas, lentas y profundas. Profundas es hasta el vientre, expandiendo tu tórax, tus costillas, elevando tus hombros. Llenándote de oxígeno entera.
Siente cómo la energía de tu corazón se expande a través de tu cuerpo, y luego viaja hacia abajo a través de tus piernas, conectándose profundamente con el mismo centro de la Tierra. Puedes visualizarlo o imaginarlo.
Luego siente cómo la energía fluye de vuelta a ti desde el mismo centro de la Tierra, como si fueran raíces que suben por tus pies y tus piernas, hasta tu vientre y por todo tu Ser.
Siente cómo esta Energía Sanadora de la Tierra se mueve a través de todo tu cuerpo.
5) Ahora establece tus intenciones.
¿Cómo quieres sentirte en este ciclo Lunar que va a comenzar?
¿Qué quieres manifestar?
¿Qué quieres atraer a tu Vida?
Visualizate en esa línea de Tiempo. Feliz, abundante, conectada con tu propósito de vida. Rodeada de personas que te nutren y apoyan tu camino. Dando y recibiendo Amor. Sosteniendo conexiones profundas. Alineada con tu Verdad.
Permítete estar ahí unos minutos, experimentando todas las sensaciones.
Cuando sientas que has terminado, da las gracias. Tómate un tiempo para sentir esa gratitud dentro de tí.
Ahora, tráete de vuelta con unas respiraciones largas, lentas, y profundas y percibe la sensación de paz interior.
Si en cualquier momento te distraes, recuerda esta conexión que tienes con la Tierra. En cualquier momento que te sientas fuera de tu centro, conéctate con ella.