La Luna Celta Fresa, es una luna que coincide de forma cercana con la energía de la etapa del año en que la fuerza del Sol es la mas fuerte del año esto para el hemisferio Norte. Y como tal, la luna brilla con todo esplendor gracias a él.
Su nombre está inspirado en los frutos de la tribu de los nativos americanos Algonquin, ya que esta luna indicaba la época del año en que cosechaban fresas
Recordemos que lo que hace brillar a la luna es justo el reflejo del sol y cuando esta llena está recibiendo de forma directa esta fuerza. En ésta época del año cerca del solsticio del verano, el sol y la luna son cómplices y es un muy buen momento para trabajar la vitalidad, la fuerza que viene con esta luna.
Durante esta luna, el sol parece estar más cerca de la tierra. Los cultivos están creciendo y muy pronto aparecerán los primeros racimos de uva y guindas.
Durante el día, la gente intenta protegerse de tanta luminosidad; pero al llegar la noche, la luna llena captura el violento resplandor del sol y lo convierte en un pálido fuego.
El brillo de la luna del solsticio de verano transforma los violentos colores de la luz implacable luminosidad del sol en una suave y pura luz que bendice a todos cuantos pasean bajo sus rayos.
Transforma el sofocante calor del día en una temperatura cálida que invita a las personas a quitarse las ropas y a abrir sus brazos al cielo de la noche. La luna llena es un escudo de protección plateada para todo cuanto tiene vida.
El objetivo de la Luna Celta fresa es de Fortaleza, Vitalidad.
Esta luna es buena para enfrentar situaciones adversas y transformarlas hacia algo positivo.
Momento para pedir protección para los seres amados, mascotas y todo ser vivo.
Ideal para todo lo que tenga que ver con alejarse de personas o situaciones que nos causaban daño, apoyándonos en nuestra fortaleza interna y el diálogo continuo con el Señor y la Señora.