Les comparto una oración para pedir ayuda y protección del cielo. Hace mas de 30 años una amiga de mi mama me regalo un librito rosado. Ella estaba iniciándose en la metafísica y me dio con mucho cariño ese librito con el tiempo perdió la portada, pero sus oraciones me eran de gran ayuda así, conocí como usar el salmo 91 pero rezado de la manera que les comparto mas abajo.

Puedo dar fe de su efectividad, y les coy a contar una situación entre las muchas que he vivido que dan veracidad de su fuerza.

Hace 20 años en la ciudad donde resido hubo un gran deslave de los cerros una riada descomunal, llamada la tragedia de Vargas fueron muchos los muertos. Yo rezaba esta oración en mi librito sin portada a diario, porque hacia un tiempo que sentía una angustia inexplicable y eso me calmaba.

El dia de esa tragedia fuimos sacados de nuestro edificio por bomberos y al salir venia un alud gigante de tierra y un hombre llamado ángel nos ayudo a salir de la ola de barro, ilesos y justo a tiempo.

Luego ese mismo día fuimos llevados a un lugar donde íbamos a salir en Helicópteros y la maldad humana siempre esta presente, de eso no voy a hablar y el militar que nos ayudo se llamaba ángel

Por ultimo el medico que atendio a mi hijo, tambien se llamaba angel, diran porque tan largo el cuento, este salmo dice en una de sus frases «… pues que a sus Ángeles envió cerca de mí para que me guarden en todos mis caminos «

Yo ese dia tuve la comprobacion de tres angeles.

Tengo otras historias dificiles en mi vida donde han aparecido angeles nuevamente.

Es por ello que hoy les comparto la oración tal como me la obsequiaron a mi.

ORACIÓN

El que mora en el lugar secreto del Altísimo, vive seguro bajo la sombra del Omnipotente.
Digo yo a Yaveh: ¡Esperanza mía y castillo mío
Mi Dios, en ti confío!
Tú me libras de lazo del cazador, de la peste destructora.
Con tus plumas me cubres y debajo de tus alas estoy seguro.
Escudo y adarga es tu verdad.
No tengo temor de espanto nocturno, ni de saeta que vuele en el día, ni de pestilencia que ande en la oscuridad, ni de mortandad que en medio del día destruya.
Caen a mi lado mil y a mi derecha diez mil, más a mí ningún mal llega.
Ciertamente con mis ojos miro y veo el pago que reciben los impíos.
Yo acudo a Yaveh que es mi fe; al Altísimo elijo por habitación, así no me sobreviene ningún mal, ni plaga alguna toca mi morada, pues que a sus Ángeles envió cerca de mí para que me guarden en todos mis caminos.
Con sus manos me guían para que mi pie no tropiece en piedra.
Sobre el león y el basilisco piso.
Al cachorro del león y al dragón aplasto.
Por cuanto en mí has puesto tu fe, “Yo Soy” aquel que te libra.
Pondréte en alto, por cuanto has conocido mi nombre.
“Yo Soy”, con este nombre me invocarás y Yo te responderé en la angustia.
Contigo estaré, te libraré y te santificaré.
Saciarte he de larga vida, y mostrarte habré todo mi bien.