Ya les he hablado de las bendiciones del agua de luna que no es más que cargar con la energía lunar el agua, poniéndola al sereno toda la noche y retirarla antes de la salida del sol.
Esta agua lunar nos sirve para mil cosas, pero esta la vamos a beber en aquellos momentos que necesitemos un empuje extra, que no nos sintamos bien, o que tengamos la sensación de que vamos a medias con todo en nuestra vida
.Que necesitamos:
-Agua de manantial, en su defecto agua embotellada.
-Cuenco de madera, cristal, cerámica, barro, etc.. pero no de plástico.
-Ramita de canela.
-Manzanilla, una cucharada.
-Cáscara de naranja, basta con la de media naranja.
-Miel, una cucharada.
-Preferiblemente Luna llena.
Llena de agua el cuenco, añade la manzanilla, la canela, la cáscara de naranja y la cucharada de miel.
Debemos hacerlo en el exterior en un lugar donde los rayos lunares puedan llegar al agua del cuenco. Si no tienes patio o jardín, una ventana o balcón servirán.
Levanta el tazón hacia la luna en el cielo y di:
“Salve Diosa blanca,
cambiante de mareas,
fluir de vida y muerte son tus formas.
Anciana, doncella y madre,
a ti aferro mi alma.
Tocada por tu gracia,
en mi siento tu poder,
en mí siento tu sabiduría.
Alabada seas por tres veces,
en mí tu paz,
en mí tu poder,
en mí tu fuerza.
Bendíceme con tu abrigo.”
Dejamos toda la noche cargando el cuenco. Al día siguiente ponemos el contenido en una olla al fuego, cuando comience a hervir lo apagamos y dejamos reposar 5 minutos.
Removemos la infusión en sentido de las agujas del reloj, visualizando como recuperamos la fuerza y como todo en nuestra vida ha mejorado con nuestra fuerza.
Buscamos un lugar tranquilo y nos tomamos la infusión relajadamente.