Les comparto una oracion para elevarnos por enciema de circunstancias malsanas.
Ante una circunstancia que te desborda, ante una agresión inesperada y/o una presión emocional que te ha dejado sin energía.
Ante estados de desamparo, traición, injusticia, desorientación, angustia…¡Elévate por Encima!. Inmediatamente.
La forma de salir de estos estados de sometimiento espiritual es:
¡ Conectarse inmediatamente con la Luz!
Respira profundo, haz una pausa.
Establece un vacío en tu interior, rodéate mentalmente con un Círculo de Luz que te separa y aísla de la circunstancia que te perturba y del sometimiento o tristeza que te ha atrapado.
Respira por segunda vez, siente que la Luz se derrama sobre ti, a raudales, disolviendo las sombras.
Respira por tercera vez, liberándote de todo.
Luego inclina tu cabeza y disponte a que sea restaurada en tu vida la purísima Luz el Paraíso que es tuya, y que te ha sido robada por las sombras de la duda, el miedo, el sometimiento o la tristeza.
En voz alta, si te encuentras en soledad, o bien en un susurro mental, con voz firme e intensa pronuncia lentamente esta oración mágica, tres veces.
Remarca muy bien cada palabra.
Oración
“Tuyo es el Reino , el Poder y la Gloria”
“Por los Ángeles y Arcángeles que caminan conmigo en esta Tierra, toda oscuridad se disuelve, huye, se evapora”
Respira hondo con mucha emoción.
Estás reconociendo un Poder único, el de la Luz.
Visualiza la oscuridad evaporándose alrededor tuyo, a los ángeles envolviéndote con sus alas y a la Luz retornando a tu vida con todo su esplendor.
Luego inclina tu cabeza diciendo…
“Me inclino ante Ti Dios Todopoderoso, Creador de todos los Universos y recibo la Luz del Paraíso.
Siente como al pronunciar estas palabras te vas “Elevando por encima” de todo.
Nada puede tocarte, ni entristecerte, ni alterarte ahora.
La Luz del Paraíso lo sana todo, lo dulcifica todo, lo ilumina todo.
Termina la oración con esta fuerte afirmación sellando el cambio, y cerrando el aura a cualquier interferencia.
“En mi mundo se implanta ya mismo Tu perfecto Orden Divino.
Amén que así sea. Y así es.»