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Con esta maravillosa oración vamos a liberarnos del mal y de las asechanzas del demonio. Hagamos un pequeño acto de contrición, reflexionemos y respiramos profundo.
Seguidamente con nuestra mente en calma hacemos la oración.
ORACIÓN
Oh glorioso San Antonio Abad, que por seguir fielmente a Jesús, renunciaste a todas las riquezas humanas y abrazaste voluntariamente la pobreza evangélica, enséñanos a despegar nuestro corazón de los bienes terrenos para no convertirnos sus esclavos.
Tu que viviste en el ardiente amor a Dios y al prójimo, superando cada egoísmo, consíguenos el don de practicar la verdadera caridad y de tener el corazón abierto a todas las necesidades de nuestros hermanos.
Tú que obtuviste de Dios la especial virtud de liberar el aire, la tierra, el fuego y los animales de de toda enfermedad y de toda influencia maléfica, intercede para que nosotros vivamos una santa vida en imitación de Cristo para esto nos confiamos a tu poderoso patrocinio, recibiendo copiosamente tus bendiciones sobre todo lo que necesitamos para nuestros cuerpos y almas.
Consíguenos del Señor la gracia de de salir siempre victoriosos en el duro enfrentamiento con el poder de las tinieblas y la fuerza contra las insidias del maligno.
Haz que, libres de todo compromiso con el mal, nos volvamos ricos de Dios, único bien nuestro.
Amen!